El primer ritual está diseñado para erradicar la negatividad, dirigida específicamente hacia tu persona; por ejemplo, si detectas la presencia de vampiros psíquicos en tu entorno; estás saliendo de una enfermedad; etc.
Para ello necesitarás:
- un limón verde (en algunos países se le conoce como lima);
- sal gruesa o en grano (también llamada sal marina);
- un plato blanco pequeño (de cerámica);
- y un cuchillo para picar el limón.
Los especialistas esotéricos recomiendan realizar este tipo de rituales con limón durante la fase de Luna Menguante, para potenciar los efectos de la limpieza; sin embargo, no se trata de un requisito indispensable.
Puedes realizar este ritual o repetirlo siempre que lo consideres necesario. Toma el cuchillo y pica el limón en cruz (una línea vertical, atravesada por otra horizontal), pero sin que sus partes queden separadas.
Colócalo sobre el plato blanco, y rodéalo con la sal en grano, formando un círculo. Una vez cerrado el círculo, puedes decir una plegaria a tus guías protectores o ángeles, para que colaboren en la limpieza.
Sitúa el plato con el limón y la sal debajo de tu cama, si no es posible puedes ubicarlo al lado de tu lecho, en un sitio que no estorbe el paso de las personas que transitan por la habitación.
Este preparado debe permanecer en el lugar seleccionado por un período mínimo de tres días y máximo de siete. Finalizado el ciclo, coloca una bolsa, pañuelo o guante en tu mano izquierda, y con ella retira el limón y la sal del plato.
No lo toques con tu mano desnuda. Vierte la sal y el limón en una bolsa negra pequeña. Arroja el contenido de la bolsa en un curso de agua (playa, río) o un cruce de caminos.
Procura arrojar la bolsa, junto al pañuelo o guante que usaste para retirar el limón y la sal, en los depósitos de basura correspondientes. Puedes conservar el plato blanco, pero lávalo y utilízalo únicamente con fines rituales.